Roma, año 68 A.C.
Lydia Veratia había cometido un error y ahora su libertad pertenecía a un hombre al que conocían en toda Roma como Lobo de Mar. Una vez comprada como esposa, Lydia sabía que lo único que aún podía controlar era su deseo. Por eso cuando Fabius Aro le prometió que la dejaría a libre si después de siete días no le había suplicado que la besara, Lydia pensó que sería muy fácil.
Pero Aro era un hombre increíblemente atractivo y Lydia empezaba a sentirse más y más tentada por aquellos labios…