La historia de sus vidas estaba marcada por el amor
Lady Emily Longesley se casó con el amor de su vida confiando en que él aprendiera a quererla. Su marido, sin embargo, abandonó al poco tiempo la casa en el campo para marcharse a Londres sin ella. Emily sufrió con dignidad su separación durante tres años, hasta que se cansó de esperar. Pero al ir en busca de su marido descubrió que Adrian, conde de Folbroke, había perdido la vista y en su primer encuentro no la reconoció. Emily, a pesar de todo, ansiaba sus caricias. ¿Y si urdía un delicioso engaño y se hacía pasar por su amante…?