Preludio de un escándalo
La batalla entre la dama y el libertino estaba a punto de comenzar.
Érase una vez un escándalo
Estaba a punto de enamorarse del único hombre al que jamás amaría... por segunda vez.
El escándalo perfecto
Si había algo que Tristan Adam Hargrove, cuarto marqués de Moreland, había aprendido a evitar, era el escándalo.